martes, 26 de abril de 2011

Capítulo 2: Método y demás creaciones de Dios

¿Qué es este método? ¿Dios crea? En ese caso ¿Cómo crea? En mi contra estarán todos los que piensen que el ser humano es el único que es responsable de la vida de otro, pero no me refiero al gesto de concebir sino de crear materia. Esta materia se crea mediante un sistema matemático contradiciendo a Nietzsche, pero confirmando la conexión que estableció entre el cristianismo y la razón. No es un sencillo sistema matemático, pero se repite en todo aquello que Bochenski denominaba ente. Galileo Galilei afirmaba que las leyes de la naturaleza eran leyes matemáticas y que lo real encarnaba a lo matemático. A día de hoy es indescifrable para nosotros, pero pueden imaginárselo mejor si lo comparamos al sistema binario que se utilizan en los ordenadores.

El sistema binario esta formado por una conjunto de unos (1) y ceros (0) que ordenándose de una manera u otra, forman una u otra letra, o uno u otro numero. Imaginen que ese número o letra que se crea de la forma 101011001 por ejemplo, fuera materia. Esa materia sería 101011001 y según cada cifra del sistema binario poseería unas cualidades u otras. Es decir, si el primer número es un uno, es un objeto redondo; si los dos primeros números son 01 es que es cuadrado, y así sucesivamente. Estamos hablando de millones de cifras para un pequeño trozo de materia.

Al igual que cuando se abre una pagina de Microsoft Word y se crea una frase, se destruye o se modifica, la materia puede crearse, destruirse o modificarse. Imaginen que parten un bolígrafo. Al romperlo, o fragmentarlo usted ha modificado la naturaleza de la materia. Si antes de romperse toda su información binaria se recogía de la forma 11001 ahora puede que sea una parte 1101 y otra 1001, pues al fragmentarla no quedarían dos formas iguales. Esos números binarios representantes de unas características serían por ejemplo igual en cuanto a composición, pero distinto en forma. Los métodos de destrucción y creación de todo solo están al alcance de quien puede poseer todo el sistema matemático de Dios en sus manos. Lo que ahora mismo el ser humano no puede alcanzar a crear o destruir son procesadores y memorias de esos datos como son la mente y el alma, pero si que puede crear o eliminar los condicionantes binarios que residen en el alma y que pueden ser biológicos o personales o incluso destruir el cuerpo.

Sigan pensando en esa hoja abierta de Microsoft Word, al escribir una letra, estamos escribiendo en binario, aunque el numero que escribimos se represente en una letra, y sea esa letra lo que vemos y no su composición binaria. Podríamos decir que en la vida ocurre lo mismo, aunque se pueda ver una parte de ella o un mundo sensible, el que podemos ver mediante los sentidos, existe otra totalmente distinta o mundo de las ideas al cual se puede llevar a través de la razón, tal y como argumentaba Platón. Al mundo de las ideas el hombre es capaz de llegar a través de la ciencia, que estudia la codificación binaria y que la simplifica para un mejor entendimiento (mas tarde profundizaremos en ella), como dijo Marx:`` La manera como se presentan las cosas no es la manera como son; y si las cosas fueran como se presentan la ciencia entera sobrarían´´ . Además como dijimos antes existían otros dos mundos que dependen del mundo de las ideas y del mundo sensible, y son el de la fantasía y el de los sueños. El mundo de la fantasía se crea a partir de los datos que almacenamos en el alma y de las infinitas combinaciones que queramos crear a partir de ellas. Este mundo es falso al igual que la realidad y el mundo de los sueños. Este último se crea debido a la organización de ideas que realiza nuestra alma cuando entramos en trance, por eso a veces soñamos con algo que nos ha impactado o con lo que estamos preocupados, y podemos observar que lo que soñamos es, en muchas ocasiones, confuso, y por lo que las situaciones en las que nos vemos inmersos no adquieren mucho sentido si las observamos de forma lineal. Este mundo puede controlarse al igual que el de la fantasía, pero para ello debemos ser conscientes mientras dormimos que realmente lo estamos. El mundo sensible depende del mundo de las ideas porque es el reflejo de ella, mientras que los otros dos no serían posibles si no tuvieras los datos binarios que captamos del mundo sensible en nuestra alma. No podemos soñar con algo que no podamos imaginar desde el mundo de la fantasía, por ejemplo un niño que nunca haya visto la imagen de un vampiro, no sepa su concepto, ni haya oído hablar de él o de nada similar, no puede imaginarlo en el mundo de la fantasía, y por tanto no puede soñarlo.

Dios crea el alma, la mente y el cuerpo, y éste último toma la forma traducida de los condicionantes binarios que están escritos en el alma, pero nosotros somos los únicos responsables de las modificaciones que se lleven a cabo en ella. Cabe resaltar que todo objeto posee un alma, aunque no procesa del mismo modo que el de un ser vivo, y por supuesto ninguno procesa como el del ser humano, provocando que pueda pensar en sus condicionantes o en lo que le rodea. Este procesador no es otro que lo que llamamos mente, el cual a partir de los datos que posea el alma, ejecutará una serie de acciones sobre el cuerpo que serán las encargadas de enviar información en forma de datos binarios. Por supuesto pueden estar más o menos desarrolladas en una u otra personas. También estos tres elementos funcionan de forma inversa, siendo el cuerpo quien capta datos binarios a través de los sentidos, la mente quien los procese, y quedan almacenados en el alma.

El cuerpo, con la muerte o con el fin de existencia de un objeto, se modificaría convirtiéndose en otros datos consumibles por microorganismos. Al destruir el cuerpo, ni se envían ni se reciben datos binarios, la mente no puede funcionar y simplemente deja de existir cuando se separan el alma y el cuerpo, pues solo es lo que intermedia entre ellas, desapareciendo también la relación cuerpo-alma. Mientras tanto el alma se conserva con todos los datos que ha podido acumular a lo largo de su existencia, aunque pierde todos los datos biológicos con esta separación, y queda para siempre en el mundo de las ideas, donde no puede ser percibido por otros cuerpos.

El mundo paranormal como lo entendemos nosotros también puede explicarse como datos que en un tiempo no fueron captados por ningún otro cuerpo, o que son copias de estos datos y que circulan por el mundo de las ideas esperando ser captadas. Desde sicofonías a movimientos de objetos sin ninguna explicación.

También podría producirse la enfermedad del cuerpo y de la mente. En este último caso puede provocar daños psicológicos irreversibles o enfermedades mentales, por ejemplo la esquizofrenia sería un problema a la hora de procesar los datos que el sujeto percibe, pues los percibe como cualquier otra persona pero su mente la procesa de otra, distorsionando así su realidad, y registrándose en su alma de un modo distinto a lo que se percibe de la realidad. Por otra parte, la enfermedad del cuerpo si es reversible pues al contrario que la mente, sus cambios quedan registrados en el alma, por tanto solo debemos eliminarlos del alma, en cambio para curar la enfermedad mental debe tratarse la mente directamente. Por tanto cualquier enfermedad o discapacidad física es reparable, solo que aún no tenemos las herramientas necesarias para ello, o los conocimientos.

En este punto debemos saber que controlando todo el material binario podríamos salvar muchas vidas como hoy en día salvan de la muerte muchas vacunas, pero para que fuera posible, haría falta indagar en la ciencia y hacer frente a la moral de Dios, de hecho Dios no nos pide que salvemos vidas, nos pide que salvemos almas del mal que pueden poseer, por tanto la idea de ir en contra de la moral de Dios para una actitud de supervivencia social no es ilógica. Como todo en la vida hay que elegir, pero esta vez entre la vida y la salvación del alma, no es que la vida se mejor o peor que la purificación del alma, sino que simplemente debemos elegir.

Cuando escribimos una letra, estamos escribiendo una combinación binaria con una serie de lo que ya hemos llamado condicionantes binarios, que son los que se encuentran en el alma de un ser vivo (11001). Esta letra no es sino una de un todo un libro. Es pues el alma del ser humano como una página en blanco en la que se escriben condicionantes o datos binarios, ya sean positivos o negativos según nuestro punto de vista moral. De esta forma se crea a cada persona de un modo distinto, aunque en ella ya de por si vienen escritos datos binarios que podríamos llamar biológicos, pero que como ya hemos dicho antes, todo lo que está en el alma podemos modificarlo. ¿Por qué no todos somos iguales? No todos poseemos los mismos datos, pero se puede observar como personas de una misma familia como pueden ser padre e hijo, no solo comparten las similitudes físicas que el padre le ha podido transmitir (explicada desde el mundo binario, esta transmisión se realiza mediante una célula, espermatozoide o conjunto de datos binarios que crean una célula y transmiten datos del ADN de la persona que la envía o progenitor) , sino que también en ocasiones repiten comportamientos e incluso gesticulaciones. También es corriente que una persona que se ha rodeado de una serie de personas que piensan de forma parecida acabe pensando como ellos, y verlo de una forma positiva. O también es corriente que un grupo de amigos utilice expresiones y frases similares (Todo esto puede estudiarse por lo que se llama la programación neuro-lingüística, o en el libro ``El lenguaje del cuerpo´´ de Allan Bárbara). Este libro de nuestra vida funciona como un receptor de nuevos dígitos que modifican, crean y eliminan, como sería un receptor de datos, como pudiera ser un dispositivo Bluetooh que acepta todas las combinaciones binarias que se cruzan por delante de ella. Así, el ser humano podría verse afectado por circunstancias, personas, comentarios...etc que mejoraría o empeorarían nuestro estado anímico, que no es mas que un conjunto de datos de los cuales depende para considerarse positivo o negativo.

La recepción de datos la realiza el cuerpo mediante los sentidos. Los sentidos son el mejor decodificador que el ser humano posee para que lo que capta en el mundo sensible sea capaz de almacenarlo en su alma. De hecho la memoria visual o acústica por ejemplo, si sabe utilizarse es mucho más potente que la memoria mediante información escrita, pues las letras es un sistema de comunicación artificial y no pertenece al sistema binario que forma el mundo de las ideas. Para crear una inteligencia artificial tendríamos que crear un decodificador de datos binarios. Habría que resaltar la diferencia entre memoria y alma, alma es en donde se registran todos los datos binarios, y memoria es el proceso que lleva desde el cuerpo al alma y viceversa, para primero registrarlo en el alma, y más tarde expresarlos desde ella al cuerpo. El acto de pensar es el hecho de procesar los datos que están en nuestra alma para crear una afirmación relativa o absoluta, la persona hábil en este ejercicio se considera inteligente; y memorizar es el acto de procesar datos binarios del mundo sensible para almacenarlos en el alma.

Pero no solo somos aquello que captamos de lo que nos rodea, nuestro ambiente, nuestra sociedad, nuestra cultura...etc o también podríamos llamarla instalación como diría Julián Marías. Cuando se escribe un libro, se puede borrar, modificar y crear. Así es como cambia a lo largo de una vida una persona. Es decir, que aunque traigamos algunos condicionantes binarios de fábrica, escritos ya en ese libro de nuestra vida como un comportamiento animal, un físico...etc. pueden modificarse (como sería un operación de cirugía estética), crearse (Como sería la personalidad) o eliminarse (Como ciertas conductas).

Existen tres tipos de instalaciones a la que nos encontramos ligados: la social situacional, y la social regional por orden de prioridad en nuestra vida; y la religiosa, que dependerá de los dos tipos de instalaciones sociales. La social situacional hace referencia a nuestro pensamiento inculcado por las personas que nos rodean que dependerá de la situación en la escala social en la que nos encontramos. No es lo mismo nacer en una familia acomodada o rica que una familia humilde. En ellas dependerá el tipo de educación, los valores que adquirirá lo material, o el estilo de vida que se desee. La social regional no dependerá tanto de las personas que nos rodean sino de la situación regional en la que vivimos. La cultura japonesa dista de la europea por ejemplo en muchos aspectos. En este tipo de instalación se dependerá de los múltiples subtipos de regiones en las que el mundo se pueda fragmentar. Si por ejemplo una persona vive en un buen barrio, rico y en el que abunda gente educada pero su familia tiene orígenes más humildes, seguramente su comportamiento o su actitud serán diferentes a las personas de ese barrio, pues la social situacional precede a la regional. La regional como hemos dicho puede dividirse en muchísimas partes, desde un barrio hasta un continente. Las diferencias entre barrios, ciudades, comunidades autónomas, países o continentes son evidentes. Por último la instalación religiosa que más tarde veremos como moral de Dios dependerá de la importancia que las personas que rodean al individuo le han transmitido (instalación social situacional) y de la religión que se practique en su país de origen, así como ésta se valore en dicho país. Todas ellas no dependerán solo de las personas que en ella se encuentran sino de la experiencia que el individuo ha encontrado a lo largo de su vida en las distintas instalaciones.

Una vez conocidas todas las verdades o métodos binarios, conoceríamos a Dios. Pero antes de adentrarnos en este tema, habría que recalcar el papel de Dios como creador. De esta forma, aunque dos personas estuvieran en las mismas instalaciones no serían iguales, ni tampoco dos personas que tuvieran datos binarios biológicos exactamente iguales, pues para que fueran exactamente iguales tendrían que haber vivido exactamente las mismas circunstancias y ser biológicamente iguales.

Respecto a la moral de Dios, Él no se centra solo en crear el universo, sino que al crear al ser humano como ser pensante establece un sometimiento jerarquizado de forma que él está por encima de nosotros y es quien crea la moral, ley o ética, que Nietzsche denominará moral de esclavos. ¿Es Dios malo por esto? Ustedes pueden pensar que si, pero no. ¿O es que acaso el orden no es un factor positivo? Tal y como decía Platón, la sociedad perfecta sería una monarquía en la que prime la justicia, que podría ser el juicio final que ofrece Dios. En resumen la sociedad perfecta para Platón era aquella en la cual cada clase y cada individuo ejercitan el trabajo que se adapte mejor a su naturaleza y sus capacidades, donde ninguna clase ni ningún individuo, invade el terreno de los otros, y en la que todos cooperan de modo diverso con el fin de una producción de un conjunto eficiente y armónico. Para ello, se necesitaría una conducta moral que fuera seguida por todos, y una sociedad jerarquizada en castas sociales siendo el más importante el rey, o en este caso Dios. Ahora es cuando yo me pregunto si no les faltaba razón a los hombres medievales que afirmaban que el poder de sus reyes provenía de Dios. No es que fueran seres superiores sino que Dios simplemente establecía una jerarquía para lograr un orden, fuera o no apto el individuo que se encargase. Aún así, no es suficiente establecer un orden, sino que se debe intentar que sea estable, es decir, que este orden no desaparezca. Para ello Dios establece unas normas morales, según las cuales hoy en día seguimos dictaminando qué está bien y qué está mal. De hecho, mandamientos como `` no matarás ´´ o `` no robarás ´´ siguen aplicándose en nuestras leyes vigentes. Esta moral es conservadora, y por tanto, no permite que el ser humano progrese. Cuando hablo de progresismo, me refiero al conocimiento de la verdad absoluta. Y es que el ser humano se encuentra en una situación entre el poder y el sometimiento, ciencia o religión.

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